El paso de los años comporta cambios en todos los órganos de nuestro cuerpo, pero cuidando nuestra salud podemos controlarlos y retrasarlos. Conocer estos cambios y adoptar hábitos saludables puede ayudarnos a mejorar nuestra calidad de vida. A continuación, repasamos los principales cambios que experimenta el cuerpo con la edad, y qué podemos hacer para hacerle frente.
- El corazón
Con el tiempo, los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos, lo que puede dificultar la circulación, aumentar el riesgo de hipertensión y otros problemas cardiovasculares. Estas medidas nos ayudarán a mantener el corazón sano:
- Realizar ejercicio moderado todos los días.
- Seguir una alimentación equilibrada: rica en frutas, verduras y alimentos con fibra. Hay que evitar los alimentos ricos en grasas saturadas y colesterol y optar por las grasas saludables del pescado azul, los frutos secos o el aceite de oliva.
- Evitar el tabaco y moderar el consumo de alcohol.
- Controlar el estrés, ya sea con meditación, lectura o actividades relajantes.
- Los huesos y las articulaciones
Con la edad, los huesos pueden perder densidad y hacerse más frágiles y en las articulaciones existe afectación del cartílago. Para prevenir fracturas y mantenernos activos es recomendable:
- Consumir suficiente calcio y vitamina D, a través de lácteos, pescado azul y haciendo una exposición moderada al sol.
- Realizar ejercicios suaves como el yoga o la natación, que fortalecen los huesos sin sobrecargarlos.
- Evitar el tabaco y el alcohol.
- Asegurar una ingesta suficiente de proteínas para compensar la pérdida de masa muscular.
- Utilizar un calzado adecuado.
- El sistema digestivo
Con el tiempo, el tránsito intestinal se puede ralentizar, provocando estreñimiento. Para favorecer una digestión saludable se puede:
- Comer alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y cereales integrales.
- Beber agua suficiente para mantener un buen funcionamiento intestinal.
- Moverse regularmente, puesto que la actividad física estimula el tránsito intestinal.
- La memoria
Es normal tener pequeños olvidos con la edad, pero podemos mantener y ejercitar nuestra memoria con hábitos saludables como:
- Leer, hacer crucigramas o aprender cosas nuevas, como tocar un instrumento o jugar a juegos de mesa, iniciarnos en un nuevo idioma…
- Realizar ejercicio físico, que mejora la circulación cerebral y la concentración.
- Seguir una dieta equilibrada, como la dieta mediterránea, rica en antioxidantes que protegen el cerebro.
- Mantener una vida social activa: charlar y realizar actividades con familiares y amigos ayuda a ejercitar la mente.
- La piel
Con el tiempo, la piel se vuelve más fina y frágil, pero podemos cuidarla siguiendo algunos consejos:
- Aplicar crema solar para prevenir manchas y envejecimiento prematuro.
- Utilizar jabones suaves e hidratar la piel para evitar la sequedad.
- Evitar el tabaco, que acelera el envejecimiento de la piel.
- Mantener una correcta hidratación, bebiendo agua.
- La audición y la vista
Muchas personas experimentan dificultades auditivas o problemas de visión con la edad, aspectos que pueden afectar mucho a nuestra calidad de vida. Para cuidar estos sentidos es necesario:
- Realizar revisiones periódicas y utilizar gafas o audífonos si es necesario.
- Evitar luces muy brillantes o ruidos fuertes que pueden dañar la vista y el oído.
Éstas son medidas sencillas para favorecer el mantenimiento de una vida activa y plena, que es necesario complementar con los controles médicos (controles de tensión arterial, analíticas, etc..) para valorar si son necesarias otras actuaciones.
En las residencias Atlántida, fomentamos los hábitos saludables y proponemos actividades adaptadas, para que cada persona mantenga la mejor calidad de vida posible.
Dra. Claudia Pueyo
Directora Médica
Silver Care