¿Qué es la Musicoterapia?
Según la Asociación Catalana de Musicoterapia (ACMT), la Musicoterapia es la aplicación científica del arte de la música y la danza con finalidad terapéutica y preventiva, y con el objetivo de ayudar a incrementar y restablecer la salud mental y física del ser humano, mediante la acción profesional del musicoterapeuta.
El Musicoterapeuta, profesional del ámbito sanitario, humanista y creativo, actúa sobre las emociones, la creatividad y los valores humanos. Pertenece al grupo de las terapias creativas, junto con la danzaterapia, la arteterapia y el psicodrama. No es una terapia alternativa ni una terapia adjunta, sino que posee entidad propia.
El uso de la música como recurso terapéutico se remonta a los inicios de la historia de la humanidad. Las madres de todas las culturas han cantado a sus bebés para tranquilizarles y ayudarles a dormir. En el antiguo Egipto, hacia el año 1284 a. C., la música se utilizaba en los hospitales de la mano del médico Herófilo, que regulaba la pulsación arterial en consonancia con las escalas musicales. También tenemos referencias a los beneficios de la música desde la antigua Grecia. «La Música es para el alma lo que la gimnasia es por el cuerpo» decía Platón; y Aristóteles: «La Música purifica las pasiones y provoca en los humanos una alegría inocente y pura».
¿Qué beneficios tiene la Musicoterapia en las residencias para personas mayores?
A nivel cognitivo:
- Estimula la memoria a corto y largo plazo.
- Mejora la memoria de aprendizaje.
- Mejora la orientación en la realidad.
- Mejora los niveles de atención.
- Mantiene y/o mejora habilidades verbales.
- Aumenta la reminiscencia.
- Fomenta la creatividad y la disposición al cambio.
A nivel físico:
- Mejora la mobilidad de las articulaciones.
- Aumenta la fuerza muscular.
- Mejora la coordinación del sistema motor.
- Ayuda a aumentar o disminuir la velocidad de movimiento.
- Refuerza la estimulación sensorial.
- Promueve la relajación, reduce la agitación y disminuye los niveles de ansiedad.
A nivel socio-emocional:
- Ayuda en la expresión emocional.
- Aumenta la interacción y la comunicación social.
- Mejora el estado de ánimo.
- Mejora la autoestima.
- Mantiene los niveles de participación.
- Mejora habilidades sociales.
- Mejora la comunicación verbal y no verbal.
A nivel espiritual:
Facilita espacios de reflexión sobre temas trascendentales.
Además de todos estos efectos positivos, las experiencias musicales nos aportan placer, aumentando los niveles de serotonina, que es el neurotransmisor encargado de regular, entre otras cosas, el estado de ánimo. Cuando se trata de nuestras canciones favoritas, y que forman parte de nuestra historia vital, los beneficios son aún mayores.
La música es comunicación, es una realidad estructurada, es una fuente de gratificación, y ésta se hace aún más cuando hay un grupo de personas. Cuando cantamos una canción en grupo, se genera un ambiente agradable y distendido, donde se fortalecen los vínculos afectivos entre residentes, profesionales y familiares.
Cuando cantamos, estamos frenando el ritmo de pensamiento en el que solemos estar inmersos. La sociedad de hoy en día va muy rápido, haciendo que tengamos que realizar muchas actividades sin prestarle total atención, a veces pensando en cómo haremos la actividad de después, generándonos así de forma inconsciente ansiedad y angustia.
Cuando cantamos, no pensamos, sólo sentimos. La música y la canción son una excelente herramienta para aprender a disfrutar del momento presente, poniendo atención y conciencia plena, sin acordarnos del pasado, y sin sufrir por un futuro incierto.
Como decía Miguel de Cervantes: “Quien canta, sus males espanta”.
Para más información:
Víctor García Melero
Terapeuta Ocupacional y Musicoterapeuta