La estimulación sensorial fomenta al máximo todas las áreas de desarrollo, desde la física hasta la emocional, de un paciente. En personas con deterioro cognitivo severo, este tipo de técnica ayuda a aportar mayor sensación de bienestar.
El objetivo principal de la estimulación sensorial con pacientes con deterioro cognitivo severo, y con personas mayores en general que tienen mermadas sus capacidades físicas y cognitivas, es la intervención directa con el residente.
Este tipo de estimulación, habitual en las residencias de personas mayores y dependientes, es muy adecuada para trabajar con personas con deterioro cognitivo severo porque favorece la sensación de bienestar.
Principalmente, explica Marcos Sández, educador social de la Residencia Maragall de Atlàntida, se trata de ofrecer una experiencia rica y variada a los sentidos mediante sonidos, colores, olores, actividades táctiles o con luces. Es, por lo tanto, válida para todo tipo de usuarios de las residencias.
En qué consiste la estimulación sensorial
La estimulación sensorial busca fomentar al máximo todas las áreas de desarrollo de una persona, desde la parte física hasta la emocional. La entrada de información del entorno llega a los pacientes a través de los sentidos, los cuales, explica el educador social, responden con sensaciones y percepciones.
A partir de ese momento, se constituye el primer elemento básico que erige cualquier recuerdo de vivencia anterior. En el deterioro cognitivo severo, el desempeño de las funciones cognitivas básicas (como la atención y la memoria) se ha perdido. Por eso, con esta captación de estímulos, se inicia un proceso en la memoria.
Aquí la atención del receptor desempeña un papel fundamental que permitirá, a través del sistema nervioso, llevar a sensaciones pasadas. En definitiva, gracias a esta estimulación de los sentidos para explorar el entorno y experimentar en él, se agudizan los sentidos primarios.
Una de las afectaciones más angustiosas para familiares y cuidadores de las personas con un deterioro cognitivo grave es la desconexión del entorno, que sufren tanto en el terreno físico como social. Esta desconexión se evidencia en la carencia de respuestas ante los estímulos o con respuestas automatizadas.
Ofrecer estímulos sensoriales de diferentes maneras y a lo largo del día tiene muchos beneficios para este tipo de usuarios. Durante la higiene o el baño, se pueden ofrecer estímulos somáticos a partir de la temperatura y la presión del agua, del tacto y la textura de la esponja, del contacto corporal o los masajes con cremas, del enjuagado con una toalla o incluso del enjuagado a partir del aire de un secador de cabello.
Beneficios de la estimulación sensorial en personas con deterioro cognitivo
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Los beneficios que se obtienen con la estimulación sensorial tienen que ver con la relación con el entorno, físico y social, con la obtención de placer y bienestar, y con cambios en el sistema nervioso central y el sistema músculo-esquelético.
Algunas de las ventajas más destacadas de estas técnicas de estimulación sensorial son:
- Apertura de los sentidos
- Comunicación con el entorno
- Sensación de sentirse más vivo
- Relación con el acompañante
- Mejora del tono muscular
- Creación de un ambiente con menos exigencias
- Se favorece la realización de actividades que, en otras circunstancias, son dificultosas
- Mayor atención
Musicoterapia y otros tipos de terapias sensoriales
En los últimos años, explica Marcos Sández, se han empezado a instaurar este tipo de metodologías en programas de atención a personas con varias necesidades psicomotrices.
La aplicación de diferentes técnicas de estimulación sensorial (SE) produce efectos positivos en las personas con enfermedades que provocan un deterioro cognitivo y físico, como la enfermedad de Alzheimer.
El objetivo principal de estas técnicas es el de proporcionar un espacio/tiempo de conexión agradable con el entorno adaptado a las necesidades de cada usuario. Una propuesta de estimulación sensorial muy exitosa es la musicoterapia, que consiste en el uso de la música y sus elementos con fines terapéuticos.
La musicoterapia favorece la comunicación, mejora la autoestima y el estado de ánimo, incentiva el movimiento, la expresión, la creatividad… En las personas con demencia severa, por ejemplo, permite mejorar su calidad de vida. La música también ayuda a reducir algunos síntomas conductuales de la demencia, como, por ejemplo, la agresividad física y verbal o el deseo de deambular.
En un estadio avanzado de la demencia, la música se convierte en una vía importantísima para conectar a la persona con su propia identidad y para comunicarse con el entorno y su realidad. Activa la memoria biográfica y las emociones asociadas a aquella música y facilita la colaboración en las actividades básicas como la alimentación o la higiene.
Por su parte, el sentido del tacto, que es el que primero se desarrolla y el último que se pierde, se trabaja estimulando sensaciones táctiles. Al ofrecer la oportunidad de manipular y analizar a través del tacto las calidades sensoriales de los objetos, se ayuda a los pacientes a descubrir sensaciones que, posteriormente, irán captando.
Las sensaciones táctiles permiten a los usuarios de las residencias Atlàntida tener información del mundo que los rodea y, por tanto, conocer y recordar. Finalmente, es importante también fomentar la relación usuario-cuidador, y aquí ayudan mucho las caricias o los masajes.
Una de las terapias más innovadoras, en la actualidad, es la sala Snoezelen, que forma parte de la intervención de diversas enfermedades neurológicas. Busca proporcionar a las personas estímulos sensoriales que faciliten la sensación de bienestar, a partir del estímulo o de la relajación, según cada persona.
Estos espacios están especialmente adaptados para proporcionar una experiencia multisensorial y consiguen:
- Mejorar las conexiones neuronales
- Aumentar los estados de relajación
- Mejorar la relación con la persona cuidadora o referente
- Disminuir los episodios de agresividad y estrés
- Reducir las contenciones mecánicas y farmacológicas
- Disminuir las conductas apáticas y depresivas
- Mejorar el nivel de atención y comunicación
- Incrementar el bienestar emocional
- Conectar con la realidad y con el entorno
Atlàntida te ofrece una variedad de centros residenciales ideados con el propósito de crear lugares en los que vivir plenamente. Destaca su atención personalizada, que garantiza un servicio diferencial y adecuado.