Guía definitiva para solicitar el grado de dependencia

Cuando empezamos a perder autonomía personal y encontramos dificultades para el desempeño de las actividades más esenciales de la vida diaria, contar con la ayuda necesaria para afrontar el día a día se convierte en una cuestión fundamental. El reconocimiento del grado de dependencia es un requisito imprescindible para poder acceder a servicios o ayudas económicas. 

Para la mayoría de las personas, llega una etapa en la vida en la que por diferentes circunstancias deben adaptarse a una pérdida parcial o total de su autonomía. Esto suele implicar una transformación personal a la hora de tomar decisiones personales, vivir de acuerdo con los propios deseos y preferencias o, incluso, desarrollar múltiples actividades básicas de la vida cotidiana.

El carácter permanente en el que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria tales como movilidad, alimentación, vestimenta o apoyos para la autonomía personal. 

¿Quién puede beneficiarse del reconocimiento del grado de dependencia?

Las personas que reúnen los requisitos anteriores podrán iniciar el trámite de reconocimiento de un grado de dependencia, además de cumplir una serie de condiciones que detallamos a continuación: 

  • Encontrarse en alguna o varias de las situaciones de pérdida de autonomía anteriormente mencionadas. 
  • Residir en el territorio español y haberlo hecho al menos durante cinco años (dos de los cuales deben ser inmediatamente anteriores a la fecha de presentación de la solicitud).
  • Las personas que, pese a reunir los requisitos anteriores, no tengan nacionalidad española se regirán por la Ley Orgánica 4/2000, del 11 de enero, relativa a los derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, por los tratados internacionales y los convenios que se establecen en su país de origen.

Los baremos de valoración

El BVD (Baremo de Valoración de la Dependencia) es el instrumento que utilizan los profesionales acreditados para reconocer el grado de dependencia de una de las personas que lo solicita. La valoración mide el grado de autonomía de las personas y su capacidad para realizar actividades diarias fundamentales. Se han de adjuntar informes médicos y cualquier otra documentación que respalde la situación de dependencia

Los Servicios de Valoración de la Dependencia (SEVAD) emitirán la resolución de reconocimiento de la situación de dependencia, en la que se te determinará el grado de dependencia. El grado ya reconocido se podrá revisar en caso de mejora o empeoramiento de la situación de dependencia. 

El reconocimiento oficial de la situación de dependencia es un requisito indispensable para poder acceder a las prestaciones económicas y de servicios que reconoce cada Comunidad Autónoma, y que contemplan las medidas en las áreas que afectan a las personas en situación de dependencia.

Los grados de dependencia

En función de la necesidad o atención personal que una persona precise para realizar las actividades fundamentales de la vida diaria, el Baremo de Valoración de Dependencia (BVD) establece tres grados diferentes de dependencia, que detallamos a continuación:

  • Grado I. Dependencia moderada

Es aquel que corresponde a la persona dependiente que precisa de ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida cotidiana al menos una vez al día, o que tiene necesidades de apoyo intermitente o limitado para mantener su autonomía personal. 

  • Grado II. Dependencia severa

Es la condición que presenta la persona que necesita ayuda para realizar varias actividades elementales de la vida diaria dos o tres veces al día, pero que no requiere el apoyo permanente de un cuidador o un apoyo extenso para su autonomía personal. 

  • Grado III. Gran dependencia

Es la que describe la situación de una persona que necesita ayuda para realizar diversas actividades básicas de la vida cotidiana unas cuantas veces al día, y que por su pérdida total de autonomía mental o física requiere la presencia indispensable y continua de otra persona, o bien debe contar con ayuda generalizada para asegurar su autonomía personal. 

¿Cuál es el proceso de reconocimiento de la solicitud de dependencia?

El trámite consiste en registrar la solicitud, recibir la visita del equipo de valoración, recibir la resolución de grado y, finalmente, solicitar las ayudas más adecuadas a tu necesitad.

Documentación obligatoria para todas las personas solicitantes

1. Presentación de la solicitud

El primer paso es presentar la solicitud de reconocimiento de la situación de dependencia. Esta solicitud se puede presentar en línea o en las oficinas de Servicios Sociales correspondientes. Es importante presentar toda la documentación necesaria, que incluye datos personales, informes médicos y cualquier otra documentación que respalde la situación de dependencia.

  1. Datos bancarios: documento firmado y sellado por la entidad bancaria que certifica los datos bancarios de la cuenta corriente en la que podremos recibir, si corresponde, la prestación económica. Este documento debe presentarse en los siguientes casos:
  • Si es la primera vez que solicitamos el reconocimiento del grado de dependencia.
  • Si han pasado más de cinco años desde la última vez que lo solicitamos.
  • Si queremos modificar los datos bancarios que constan en la administración.

El número de cuenta bancaria en el que recibirás la prestación debe cumplir dos requisitos:

  • Que el titular o cotitular sea la persona con el grado de dependencia.
  • Que haya sido emitida por una oficina bancaria situada en el estado español.
  1. Un informe de salud original (en el formulario de solicitud encontrarás un modelo) en el que consten
  • La identificación de la persona solicitante (nombre y apellidos).
  • Los diagnósticos de salud de los dos últimos años.

Los técnicos sanitarios de nuestro centro de salud primaria serán los encargados de formalizar, firmar y datar este informe. Sin embargo, debemos tener en cuenta las siguientes circunstancias:

  • En el caso de residir en un centro residencial, un centro sociosanitario o un centro de la red de discapacidad, debemos solicitar este documento a los servicios médicos de dicho centro.
  • Si estamos en un centro de la red de salud mental, deberemos solicitarlo al psiquiatra o los servicios médicos del centro. 
  1. Declaración responsable: aunque no es obligatorio, se recomienda presentar la declaración responsable que aparece junto al formulario de solicitud. Este documento sirve para realizar el cálculo de la capacidad económica. En él, se recoge información sobre:
  • Los datos de la renta.
  • El patrimonio.
  • Otros datos sobre la vivienda habitual y el pago de anualidades por alimentos.
  • Los datos de las personas a cargo del solicitante.

En el caso de ciudadanos no españoles de la Unión Europea, extranjeros no comunitarios y otros grupos similares, se recomienda consultar en la página web de www.web.gencat.cat la documentación adicional que se deberá presentar.

Las personas que actúen en nombre de la persona solicitante deberán presentar:

  • Una acreditación de la representación legal.
  • El DNI o NIE vigente.
  • La resolución judicial, en el caso de incapacitación, y acta de aceptación de tutela.

¿Qué pasos debo seguir para obtener el reconocimiento de la solicitud de dependencia?

  1. Presentar la solicitud, que valorarán los Servicios de Valoración de la Dependencia (SEVAD).
  2. Un profesional de dichos servicios llamará por teléfono o enviará un correo electrónico, según la opción elegida, para acordar un día y una hora para una visita en el domicilio o el centro en el que se encuentre ingresado. En caso de que no sea posible el contacto telefónico, recibirá una carta pidiendo que se ponga en contacto con los Servicios de Valoración SEVAD. 
  3. Tras realizar esta visita, los SEVAD emitirán la resolución de reconocimiento de la situación de dependencia, determinando el grado que se le reconoce (el grado puede revisarse en caso de mejora o empeoramiento de la situación de dependencia). 
  4. Posteriormente, el trabajador social asignado concertará una nueva entrevista para elaborar un programa individual de atención (PIA), que establecerá los servicios y las prestaciones adecuados a su situación.

Prestaciones económicas a las que se puede acceder en un centro residencial

La prestación económica de la que se puede beneficiar depende de la capacidad económica de la persona dependiente. En el caso de acceder a una plaza privada acreditada según las aportaciones PEV, los importes oscilan entre de un mínimo de 200 euros para un grado II o 250 € para un grado III, hasta un máximo de 1.238,75 € mensuales.

Las funciones del trabajador social

Los profesionales de los Servicios Sociales son siempre nuestros referentes para la realización de los diversos trámites relacionados con la dependencia.

El trabajador o la trabajadora social es un aliado indispensable en todo el proceso de tramitación, reconocimiento y asistencia relacionado con la dependencia. A continuación, conversamos con María Expósito, trabajadora social de Maragall Residencial, de Atlántida Salud y Bienestar, sobre la labor que realiza a diario para ayudar a las personas que requieren servicios y prestaciones para garantizar la realización de las actividades esenciales en su vida cotidiana. 

¿En qué puede ayudarme el trabajador social a la hora de realizar los trámites de dependencia?

Una vez identificadas las necesidades del residente, el trabajador social puede iniciar el reconocimiento o la revisión del grado de dependencia, tramitando la solicitud correspondiente. Para ello, es importante presentar toda la documentación necesaria, que incluye datos personales, informes médicos y cualquier otra documentación que respalde la situación de dependencia. El objetivo es ayudar a las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad y que requieren apoyo para desarrollar las actividades esenciales de la vida diaria.  

¿Qué labores realiza habitualmente el trabajador social en un centro como el suyo?

Son verdaderamente muchas. Las más destacadas son:

  • La tramitación de informes sociales.
  • La solicitud de servicios y/o prestaciones económicas (PEV).
  • La tramitación y registro de la solicitud de dependencia o la revisión de grado.
  • Las entrevistas con usuarios y familiares.
  • Las historias de vida.
  • La coordinación de servicios y recursos comunitarios con otras entidades asistenciales (servicios sociales, sociosanitarios, hospitales, etc.).
  • La comunicación a Fiscalía de guardas de hecho o medidas cautelares, si es necesario.
  • La información, el apoyo, el asesoramiento y la gestión de trámites burocráticos con residentes o familiares.
  • El acompañamiento en el duelo.
  • La preservación de la dignidad de los residentes.
  • El fomento de la adaptación de residentes y familiares.
  • La resolución de conflictos.

¿Qué servicios ofrecen las residencias Atlántida a las personas dependientes?

Los tres centros residenciales del grupo Atlántida cuentan con plazas privadas acreditadas (con las que se puede acceder a una prestación económica vinculada) y plazas públicas en las que la administración costea una parte de la mensualidad total. Para beneficiarse de estas ayudas es imprescindible tener reconocido un grado II o III de dependencia.

Otras cuestiones que hay que tener en cuenta

  • La diferencia entre discapacidad y dependencia

Cuando la interacción entre las limitaciones de una persona y las barreras del entorno supone una desventaja respecto al resto de ciudadanos en igualdad de condiciones, hablamos de discapacidad. Se valora teniendo en cuenta la limitación física o psíquica de la persona. Por ello, la cartera de ayudas a la que se puede acceder está relacionada con cuestiones como el transporte, la movilidad o la adaptación de la vivienda. 

Todas las solicitudes requieren la presentación del formulario correspondiente y los informes médicos y/o psicológicos actualizados que confirmen la dependencia o discapacidad alegada. La acreditación de ambas es perfectamente compatible. De hecho, en la mayoría de los casos haber obtenido una resolución de grado reconocido de discapacidad o dependencia puede avalar la obtención del que falta por tramitar.

  • La revisión del grado de dependencia

Por supuesto, las características de la ayuda a proporcionar deben adaptarse a nuestras circunstancias en cada momento vital. Por eso, una vez reconocido un grado de dependencia, podremos solicitar su revisión cuando se dé alguna de estas dos circunstancias:

  • Mejora o empeoramiento de la situación de dependencia.
  • Error de diagnóstico o error en la aplicación del baremo correspondiente.

Para solicitar esta revisión, deberemos cumplimentar un formulario específico, al que se deberá añadir un nuevo informe médico. A partir de ahí, el proceso será idéntico al de reconocimiento de la dependencia en primera instancia.

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