No solemos prestar demasiada importancia a los pies, pero a menudo son los detectores de problemas o disfunciones en otras partes del cuerpo. De hecho, muchas veces son el primer lugar donde se manifiestan algunas enfermedades, como la diabetes, la artritis y otros problemas vasculares y circulatorios. Por eso es importante tener cuidado de ellos de manera especial con la ayuda de los servicios de Podología, que cuentan con personal especializado para cuidarlos.
En las personas mayores, los cuidados de los pies son todavía más aconsejables. Los pies son la herramienta básica que nos permite mantener el equilibrio y que nos deben garantizar una postura corporal correcta, con repercusiones directas sobre la columna, la cadera, la caja torácica y la respiración, entre otros. También son, evidentemente, un elemento básico para podernos mover. Cuando nos hacemos mayores, los pies han ido recibiendo el impacto de malas posturas, de comportamientos sedentarios, quizás de calzados no del todo adecuados y la presión propia del cuerpo, que sumado al desgaste, pueden generar problemas vasculares, articulares y óseos.
Tener cuidado de ellos, pues, es más importante que nunca para las personas mayores, sobre todo para evitar que sean un impedimento añadido para su movilidad. Un buen tratamiento fisioterapéutico y la visita regular a un podólogo pueden ralentizar la degeneración de las articulaciones y mejorar la atrofia muscular. Estas visitas también deben servir para eliminar o minimizar incidencias molestas como callos, verrugas y problemas con las uñas.
Además, en el caso de padecer diabetes, los pies pueden ser un problema importante. El pie diabético es una patología muy seria que las personas con problemas de azúcar deben tener bien controlada, haciendo controles por el endocrino y el podólogo para prevenir esta enfermedad.
Ejercicios gimnásticos
Aparte de los cuidados terapéuticos, hay una serie de ejercicios gimnásticos que pueden aliviar nuestros pies y piernas. Para fortalecer la musculatura y las articulaciones del pie:
–Caminar de puntillas y/o talones unos 10 minutos, varias veces al día
-Bajo la supervisión de otra persona, caminar con el borde externo e interno del pie unos 10 minutos varias veces al día
-Estirado en la cama, con el pie hacia fuera, ejercicios de flexión y extensión de tobillo
-Estirado en la cama, con el pie hacia fuera, trazar en el aire las letras del abecedario con la punta del pie
-Estiirado en la cama, abrir y cerrar los dedos y ejercicios de flexión y extensión de los dedos
-Estirado en la cama, supinación y pronación: movimientos laterales del pie, hacia fuera y hacia dentro
-Estiramiento de los gemelos de ambas piernas
Ejercicios para que no se hinchen los pies
Para evitar que los pies se hinchen os aconsejamos estos ejercicios, especialmente útiles en personas que pasan mucho tiempo sentadas:
-Mover el pie hacia arriba y hacia abajo, con el talón fijo en el suelo
-Mover los pies hacia afuera y hacia adentro, con el talón fijo en el suelo
Para relajar los pies y estimular la circulación sanguínea, le recomendamos hacer rodar una pelota de tenis y presionarla con diferentes partes del pie: el puente, la yema de los dedos… Este ejercicio se puede hacer tanto sentado como derecho.