Los griegos y los egipcios ya utilizaban el acompañamiento de ciertos animales en los programas terapéuticos. El paseo con caballos, por ejemplo, hacía aumentar la autoestima de personas con enfermedades incurables. Durante siglos y siglos, los animales han tenido una función socializadora y una influencia positiva en personas con enfermedad mental y otras dolencias. De este modo, con los años, se han demostrado los beneficios de la terapia asistida con animales; un pájaro que canta en la habitación de alguien que está inmóvil o un perro que se sienta cerca de su amo, son potentes predictores hacia la curación y el bienestar de las personas.
A finales de los años 70 se empieza a utilizar la terapia asistida con animales en todo mundo. El año 1977 se crea la I.H.A.I.A.O (InternationalHuman-Animal Interaction Organization) que recoge las asociaciones de dieferentes países y se promueven los resultados investigados. De manera creciente y hasta la actualidad la terapia asistida con animales no ha parado de dado excelentes resultados.
Ahora bien; ¿en qué consiste exactamente esta terapia? La terapia asistida con animales es una “intervención directa y con objetivos prediseñados en situaciones de dependencia funcional, alteraciones psiquiátricas o trastornos de conducta, donde participa un animal con criterios específicos, como parte indispensable del tratamiento”.
Beneficios de la terapia asistida con animales
En las residencias de Grup Atlàntida, hemos disfrutado de estas ventajas, puesto que en varias ocasiones hemos tenido la oportunidad de hacer terapia asistida con perros para los residentes de nuestros centros. Esta experiencia no sólo ha sido enriquecedora y muy especial sino que además ha resultado muy beneficiosa para nuestros residentes. Entre los beneficios físicos y psicológicos que encontramos en este tratamiento, destacamos:
- Mejora en las habilidades motoras.
- Mejora el equilibrio y la coordinación.
- Reduce el estrés y la frecuencia cardíaca.
- Aumento de la autoestima y la confianza en uno mismo.
- Reduce estados de ansiedad.
- Reduce la depresión.
- Mejora el control de impulsos y reduce la conducta agresiva.
- Estimula la memoria y otras habilidades cognitivas.
- Fomenta la socialización.
- Actua como refuerzo positivo.
- Mejora la calidad de vida.
La terapia asistida con animales requiere la presencia de un profesional, que se encargue de dirigir la sesión. Hay que decir que este tipo de terapia va dirigida tanto a niños, como adultos y/o ancianos con dificultades psíquicas y físicas. En el caso de las personas mayores, se ha demostrado su eficacia con personas que sufren enfermedades crónicas (cardíacas, mentales u oncológicas) y otras dolencias como el Alzheimer, el Parkinson, la parálisis cerebral, el deterioro cognitivo y funcional entre otros.
Núria Costa
Psicòloga Mas Piteu.