Recordar, atarnos la camisa, reconocer a nuestros amigos y familiares, orientarnos en el espacio y el tiempo,… son ejemplos de cosas cotidianas que realizamos de manera automática y sin esfuerzo. Estamos tan acostumbrados a realizar este tipo de acciones que no solemos prestar la importància que tienen. Ahora bien…Todos estos actos están determinados por una función muy compleja dentro de nuestro cerebro. Cuando somos pequeños, estamos en constante crecimiento, evolución y actividad pero cuando somos más mayores, necesitamos de ”ejercicios extra” para seguir desarrollando con la misma eficacia, todo este conjunto de acciones, tan importantes por nuestro día a día. Nos vamos acercando al concepto de estimulación cognitiva.
Uno de los objetivos más importantes que tenemos, es hacer que las funciones cognitivas de nuestros residentes, sigan en plena forma. Es por eso que dedicamos mucho tiempo a diseñar y poner con práctica diferentes actividades para promover la salud física y psicológica de las personas mayores que viven en nuestros centros. Ahora bien. ¿En qué consiste la estimulación cognitiva? ¿Qué ventajas proporciona y qué tipos de intervención aplicamos?
En primer lugar, podríamos definir la estimulación cognitiva como la potenciación, mantenimiento y/o recuperación de las capacidades cognitivas de la persona. De este modo, el objetivo es favorecer la independencia por las actividades de la vida diaria (AVD) y por la socialización.
Las terapias psicocognitivas engloban la estimulación cognitiva, la rehabilitación cognitiva y el entrenamiento cognitivo. La primera de ellas hace referencia a las terapias que implican la exposición y la participación en actividades que requieren de algún tipo de procesamiento cognitivo general. Normalmente se hacen en grupo y en un contexto social. En segundo lugar y en cuanto a la rehabilitación cognitiva, haríamos referencia a aquellas actividades especialmente diseñadas por un sujeto concreto, según los déficits que presente, por lo cual se hace de manera individual. Finalmente, el entrenamiento cognitivo va focalizado a trabajar un único dominio cognitivo.
Generalmente, las principales técnicas de intervención cognitiva son las técnicas de orientación a la realidad, la reminiscencia, la terapia de validación, la estimulación sensorial, el entrenamiento de la memoria y el entrenamiento de las AVD’s. Todas ellas, están diseñadas para mantener y o mejorar las capacidades intelectuales. Se ha demostrado que la intervención de las diferentes técnicas mencionadas, es muy eficaz tanto en sujetos sanos como los que están afectados por algún tipo de demencia en fase leve o moderada.
Estimulación cognitiva: la hora de las actividades
En las Residencias del Grup Atlàntida ofrecemos un amplio abanico de actividades para los residentes de los centros. Cada día hay diferentes tareas, que se llevan a cabo de manera individual o grupal y que están dirigidas por los miembros del equipo profesional. Todas estas actividades comprenden aspectos psico-físicos y son aconsejables en todos los casos.
La señora A, no presenta ningún déficit cognitivo. Sus funciones intelectuales siguen intactas a pesar de sus 88 años. Eso sí, desde que ingresó en la residencia, que no ha faltado ni un día a todas las actividades que se le proponen. Los lunes toca empezar la semana sin estrés y con la actividad de relajación. Pero esto no es todo. Durante la semana también asiste a las actividades de prensa, de baile, a los talleres de memoria, al paseo por el barrio, a la coral…y a un montón de actividades más que la hacen estar activa mentalmente y contenta afectivamente.
El caso del señor B es muy diferente. Sufre una demencia con grado moderado, que hace que necesite una atención e intervención muy especializada. Las tareas de estimulación sensorial, junto con una rehabilitación cognitiva particular, promueven el mantenimiento de sus capacidades cognitivas conservadas.
Cada residente recibe la atención que necesita y se le ofrecen las actividades más adecuadas a su grado psicofísico. Nos gusta y les gusta potenciar y mantener las funciones intelectuales. Bailar, cantar, debatir, concentrarse o simplemente hablar. Sus actos que requieren de nuestro funcionamiento mental. ¡Se tiene que cuidar pues!
Núria Costa
Psicóloga Mas Piteu