La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha aprobado que desde este año y hasta el 2030 se harán acciones coordinadas para garantizar mejoras en la vida de las personas mayores. Este decenio ha sido bautizado como la Década del Envejecimiento Saludable y busca que los últimos años de vida de las personas mayores sea satisfactorio, porque así pueden seguir contribuyendo a la sociedad. La Década del Envejecimiento Saludable es un programa ambicioso que se integra dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Según datos de la OMS, en el año 2019 había mil millones de personas en el mundo con 60 años o más, pero se calcula que en 2030 habrán aumentado un 34% y serán 1.400 millones. En 2050, se habrá más que doblado la cifra de 2019 y serán ya 2.100 millones. A estos datos se puede añadir que el año pasado, por primera vez en la historia, las personas de 60 años o más superaron en número a los niños menores de 5 años. Pero es que en 2050, los habrán doblado.
Diferencias por regiones y sexos
Por lo tanto, con los datos en la mano, vivimos más años que nunca, gracias a todos los avances en economía, en higiene, en alimentación y en salud. Pero es evidente que no en todas partes se llega al envejecimiento con las mismas garantías que será saludable desde todos los puntos de vista -económico, relacional, sanitario… -. La iniciativa de la OMS quiere garantizar precisamente que, ya que vivimos más, en todas partes se pueda añadir vida a esos años que sumamos.
La mayoría de personas mayores se concentran en regiones de renta baja o media y por tanto no suelen tener acceso a los mismos recursos para el envejecimiento que tenemos en los países considerados ricos. También hay diferencias por sexos, ya que las mujeres mayores suman, a sus agravios tradicionales, el hecho de que no suelen tener pensiones o recursos suficientes para hacer frente a la vejez. La Década del Envejecimiento Saludable es, pues, un programa que quiere ir desdibujando las diferencias de renta y de sexo para garantizar para todos una vejez digna y activa, con acciones coordinadas en todo el mundo.
8 principios rectores
La iniciativa de la OMS tiene 8 principios rectores:
1 – Interconexión e indivisibilidad. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se deben abordar conjuntamente. No se puede elegir cuáles se cumplen y cuáles no.
2 – Carácter inclusivo. Implica toda la sociedad, con independencia de la edad, el género, la etnia y otras categorías sociales.
3 – Universalidad. Compromete a todos los países, con independencia de su nivel de ingresos y de desarrollo.
4 – No dejar a nadie atrás. Se aplica a todo el mundo, tanto da quien sean y donde estén, y se centra en sus vulnerabilidades específicas.
5 – Equidad. Promueve que todo el mundo disponga de oportunidades iguales y justas. Esto implica que quizás hay que dar una atención desigual a algunos grupos de población para garantizar que los más vulnerables obtengan los mayores beneficios.
6 – Solidaridad intergeneracional. Facilita la cohesión social y el intercambio interactivo entre generaciones.
7 – Compromiso. Impulsa un trabajo sostenido durante 10 años y a más largo plazo.
8 – No hacer daño. Compromete a los países a proteger el bienestar de todos y minimizar los daños que se puedan producir a otros grupos de edad.