Los robots cuidadores de mayores fueron una de las estrellas de la última Conferencia Mundial de Robótica de Pekín, celebrada a finales de agosto. En un país en el que se calcula que dentro de 10 años el 30% de ciudadanos tendrá más de 60 años, este tipo de aparatos parece que pueden ser de gran utilidad ante el envejecimiento de la población. Ahora, los mayores de 60 años sólo suponen el 18%.
En esta Conferencia de Pekín, se presentaron prototipos de robots que se pueden desplazar por la casa y llevar el recuento de medicamentos que deben tomarse todos los días y alertar si se ha saltado alguno. También incorporan termómetros y tensiómetros y otras herramientas para monitorizar el estado de salud de la persona.
Aitona y Barcelona
Pero no hace falta irnos a China para encontrar robots cuidadores. Este mismo verano, en Aitona (Segrià) se ha puesto en marcha una prueba piloto en el Centre Municipal de Serveis con unos robots diseñados para ayudar a las personas mayores y dependientes y facilitar el trabajo a sus cuidadores. Los robots de Aitona, como en el caso de los presentados en China, están alerta de la medicación y las comidas, de las visitas médicas y de avisar a los cuidadores o familiares de la persona mayor en caso de emergencia.
Una prueba piloto con robots de este tipo también está en marcha en Barcelona, con robots que ya acompañan a algunas personas mayores y que en 2023 está previsto ampliar a 100 usuarios. Los datos sobre el envejecimiento de la población y el alargamiento de la esperanza de vida provocarán que cada vez serán más necesarios útiles como éstos en un futuro próximo.
A pesar de los avances médicos y sociales, muchos mayores llegan a una determinada etapa en la que necesitan un cuidador y, si cada vez hay más población en estas edades, está claro que faltarán manos y los robots pueden servir aquí de gran ayuda. Los usuarios que han participado en algunas de estas pruebas destacan que, además de sus prestaciones técnicas, algunos modelos de robot son capaces de interactuar con las personas y también hacen mucha compañía.
Dudas éticas y jurídicas
La implantación de robots de forma generalizada aún tardará, porque, a pesar de los avances de los últimos años, todavía estamos en la fase de las pruebas, de testear cómo funcionan los modelos actuales y cómo mejorarlos. Una de las herramientas que más puede ayudar en este sentido es la Inteligencia Artificial, que hace que los aparatos vayan aprendiendo y mejorando a partir de la interacción con los humanos.
La puesta en marcha de robots como éstos ha abierto desde hace ya unos años el debate sobre los aspectos éticos y jurídicos de su implantación. Por poner dos ejemplos, existen aspectos como la privacidad de los datos de los usuarios o las responsabilidades derivadas de algunas decisiones que pueda tomar la máquina que hay que tener en cuenta y bien delimitadas cuando se extienda su uso.