Todos tenemos que morir, pero nadie conoce las circunstancias en las que se encontrará cuando llegue el inevitable momento. Las enfermedades son, en gran parte, las responsables de poner fin a la vida de muchas personas, especialmente durante la vejez. Hablar de enfermedad y muerte implica una dura gestión emocional y física que requiere unos cuidados especializados importantísimos, los cuidados paliativos. En las Residencias del Grup Atlàntida tenemos muy presente esta dedicación a la hora de acompañar una persona mayor en sus últimos momentos de vida.
Según la definición de la organización Mundial de la Salud (OMS) «los cuidados paliativos son un método que mejora la calidad de vida de los pacientes y de sus familias, haciendo frente a los problemas asociados a las enfermedades graves, a través de la prevención y el alivio del sufrimiento, mediante la identificación precoz y la evaluación minuciosa del dolor y otras problemáticas físicas, psicológicas y espirituales». El objetivo no es alargar la vida, ni acelerar la muerte, sino cuidar y acompañar a la persona para que tenga la máxima calidad de vida posible.
Las últimas estadísticas del INE constatan que 120.000 personas requieren cada año atención especializada en cuidados paliativos. Cuando el médico anuncia el pronóstico que ya no hay nada a hacer por la vida de una persona, es cuando entran en juego este tipo de cuidados. Sea cual sea la edad o la condición, médicos, enfermeros, auxiliares, psicólogos y trabajadores sociales, son los encargados de proporcionar el apoyo necesario para el sujeto, sin olvidar el papel de la familia que será también muy necesario para el enfermo.
En nuestras residencias, ponemos especial atención en estos momentos. Nuestro objetivo cuando intervenimos con los cuidados paliativos es proporcionar el máximo confort psico-físico al enfermo y a su entorno. Es muy importante trabajar de manera interdisciplinar pero por lo que respeta a la tarea del psicólogo, podemos decir que los principales objetivos son:
- Valorar la necesidad de información que desea el paciente y respetar su voluntad.
- Proporcionar recursos de afrontamiento, modificando los aspectos desadaptativos.
- Apoyo emocional.
- Trabajar el grado de percepción de control sobre las situaciones que impliquen cambio o pérdida.
- Trabajar el proceso y aceptación de la enfermedad.
- Trabajar los aspectos relacionados con las pérdidas y el luto.
- Facilitar la comunicación entre enfermo y familiar en el ámbito emocional.
- Trabajar el manejo de las emociones en la evolución de la enfermedad.
- Ayudar al residente a superar sus miedos.
Morir es parte de la vida y todas las personas tienen derecho a hacerlo dignamente. Desde las Residencias del Grup Atlàntida, hacemos un llamamiento al respeto, al apoyo y a la empatía que necesita cualquier ser humano en este momento de la existencia. Promover el derecho a morir dignamente y a actuar con buena praxis, es promover el respeto por las personas.
Núria Costa
Psicóloga Mas Piteu.