Algunas enfermedades neurodegenerativas o el mismo curso de la vida pueden requerir cuando ya somos mayores tener que recurrir a la ayuda de un logopeda, una herramienta muy útil para aquellas personas que tienen problemas de comunicación. El fenómeno del habla, uno de los principales rasgos distintivos de los humanos respecto de los animales, es en realidad un sistema muy complejo, en el que interviene el cerebro como motor, pero también múltiples músculos, nervios y órganos del cuerpo. La logopedia, pues, es la única terapia que podemos poner a disposición de los que, por el motivo que sea, tienen dificultades para utilizar este sistema de comunicación.
Los logopedas, además, también son los encargados de intervenir en caso de que se presenten problemas de masticación y deglución. Los órganos que intervienen en estas funciones son exactamente los mismos que en el caso del habla. Las dificultades al masticar y tragar pueden estar relacionadas con la edad y enfermedades degenerativas, pero también pueden ser una causa de determinadas intervenciones quirúrgicas. Como un tumor en la zona afectada: laringe, faringe, boca …
Voz, habla, lenguaje…
Los logopedas deben intervenir cuando se detectan problemas en todo este sistema complejo del habla. En concreto, su actividad se centra en:
-Problemas de voz: Para corregir hábitos inadecuados que pueden provocar afonías y otras disfunciones o para solucionar alteraciones producidas por enfermedades u operaciones.
-Problemas de habla: Para solucionar problemas a la hora de emitir el sonido y también en cuanto a la fluidez y el ritmo.
-Problemas de lenguaje: Determinadas enfermedades o el propio envejecimiento pueden provocar dificultades a la hora de expresar ideas y sentimientos, que es lo que define el lenguaje. Aquello tan habitual de no encontrar la palabra justa en el momento adecuado.
-Problemas de audición: Si nuestro oído se ve disminuido, podemos tener dificultades de comunicación. Y por eso la intervención de un logopeda puede ser útil.
-Problemas de deglución: El análisis de un logopeda, especialistas en este complejo sistema de masticar y tragar, es muy necesario si se presentan dificultades en este ámbito.
Logopedia en personas mayores
En el caso específico de las personas mayores, los logopedas pueden estimular el lenguaje oral y escrito para entrenar el cerebro y frenar la degeneración inevitable en la comunicación. También pueden ayudar a desarrollar estrategias de memoria y de asociación de ideas y palabras, para tratar de facilitar la localización de la palabra y que no se nos quede «en la punta de la lengua». Esto hace que se puedan estimular y mantener las capacidades mentales de los pacientes.
Este trabajo es clave para evitar la desconexión de los abuelos y abuelas de su entorno debido a problemas en la comunicación. Les aporta seguridad y mejora su autonomía. Por ello, también es importante que se asesore a los cuidadores y familiares sobre cómo hacer frente a estas dificultades de comunicación o deglución, para que las personas mayores no queden aisladas.