Ya tenemos las vacaciones a tocar y lo que para muchas personas es uno de los mejores momentos del año, para las familias con personas mayores a su cargo suele ser un momento difícil porque tienen que decidir cómo cuidan de sus familiares durante las vacaciones. ¿Cómo puedo ir de vacaciones si el padre / madre me necesitan? ¿Quién los cuidará? ¿Estarán bien atendidos? Estas son algunas de las preguntas que se hacen y que, muy a menudo, los mueven a renunciar a las tan deseadas vacaciones.
Aunque la tentación es fuerte, es necesario que las personas cuidadoras sean conscientes de la importancia que tiene para ellos y su familiar a cargo poder disfrutar de unos días de descanso para poderse recuperar del cansancio acumulado durante todo el año. Las vacaciones no son un capricho, es una necesidad de toda persona cuidadora, que a menudo tiene que compaginar familia, trabajo y cuidado de las personas mayores. Renunciar a las vacaciones es correr el riesgo de sufrir el síndrome de la cuidadora quemada.
Vacaciones con tranquilidad
En las residencias Atlàntida ofrecemos estancias temporales de verano con todos los servicios para que las personas cuidadoras puedan irse de vacaciones con la tranquilidad de saber que sus seres queridos estarán atendidos por un equipo de profesionales que cuidarán de su bienestar y su salud. Estas estancias además, son una oportunidad para que la persona mayor se relacione, conozca otras personas y aumente la confianza para relacionarse con su entorno. Además, varios estudios han demostrado que este tipo de estancias ralentizan el deterioro cognitivo de los ancianos.
Las estancias temporales de verano de nuestras residencias ofrecen:
- Manutención equilibrada y selección de menú.
- Intervención en las actividades de la vida diaria, hábitos de autonomía y dependencia.
- Atención médica y de enfermería
- Apoyo social, cultural y psicológico a los residentes.
- Rehabilitación y fisioterapia, entre otros.
Una vez la familia cuidadora ya ha decidido hacer vacaciones, es importante planificar con tiempo el ingreso para que la adaptación sea lo más rápida y satisfactoria posible. En nuestras residencias, siempre tenemos en cuenta las preferencias de cada persona y nos adaptamos para que su estancia entre nosotros sea lo más parecido posible a la que mantiene habitualmente en su casa con la persona cuidadora.
El periodo mínimo de las estancias temporales es de dos semanas y, una vez entregada la documentación y hecha la entrevista, el ingreso puede ser inmediato, si hay plazas disponibles. Si tiene a su cargo una persona mayor y nunca ha realizado una estancia temporal, no dude en llamarnos y responderemos todas sus dudas.