Beneficios y complicaciones de tomar el sol en la residencia

Que las personas mayores tomen el sol tiene efectos positivos potenciales para mejorar su salud y bienestar, con precaución y siguiendo las recomendaciones de los expertos.

Tomar el sol en la tercera edad tiene asociados múltiples beneficios para la salud. No obstante, es importante hacerlo con precaución, ya que la piel es más fina y vulnerable, debido al envejecimiento cutáneo. 

Las actividades al aire libre constituyen hábitos positivos y saludables para las personas mayores, y son la vía más natural y efectiva de adquirir vitamina D. La luz solar promueve la síntesis de este nutriente, esencial para calcificar los huesos. 

Efectos positivos de tomar el sol en las personas mayores

Entre los efectos positivos del sol para el organismo, destacan los siguientes:

  • Producción de vitamina D. La luz solar es fuente natural de vitamina D, que permite que el metabolismo absorba el calcio, necesario para fortalecer los huesos y mantenerlos sanos. Por eso, en casos de riesgo elevado de fracturas, se realiza un seguimiento del nivel de vitamina D en sangre. 
  • Mejora la calidad del sueño. Un buen descanso es fundamental para el bienestar y la salud general. En este caso, la luz solar regula el ritmo circadiano y ayuda a mejorar los ciclos de sueño. 
  • Prevención de enfermedades. Diferentes investigaciones apuntan a que las personas con bajas reservas de vitamina D cuentan con un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas, diabetes y demencia.
  • Efectos emocionales positivos. Los rayos de sol afectan positivamente al estado de ánimo y aportan energía al organismo. 

Este último beneficio es destacable, ya que las personas mayores que están en residencias pueden complementar la actividad de tomar el sol con otros hábitos, como dar paseos o disfrutar y relajarse al aire libre, que, combinadas con la toma de luz solar, son altamente beneficiosas para la salud. 

Las instalaciones de los centros residenciales de Grupo Atlàntida cuentan con múltiples espacios abiertos, como ventanales, jardines y terrazas, donde los residentes pueden tomar el aire y estar en contacto con la naturaleza. Marcos Sández, educador social de la Residencia Maragall, de Atlántida, destaca que, siempre que el estado de salud de las personas mayores lo permita, salir al exterior y relacionarse con su entorno tiene un efecto muy positivo en su estado emocional. Esto puede contribuir positivamente a una mejor adaptación de los residentes a su nuevo hogar, siguiendo sus rutinas y hábitos diarios. 

Importancia de la precaución y protección solar

Los beneficios del sol son múltiples, pero se recomienda tomarlo con moderación en pequeñas dosis durante el día, evitando las horas más calurosas, sobre todo en las estaciones de verano y primavera. Una buena praxis para las personas mayores es tomar el sol en las piernas durante quince y veinte minutos, antes de las diez de la mañana o pasadas las siete de la tarde, las horas del día con un menor impacto de los rayos UVA. 

En caso contrario, una sobreexposición de la radiación solar sin usar la protección adecuada puede provocar efectos dañinos en la piel y en el organismo, como pueden ser quemaduras de primer y segundo grado, un envejecimiento prematuro de la piel, cataratas u otros trastornos de la vista, o cáncer de piel, entre otros trastornos cutáneos. 

Para evitar los efectos negativos del sol, destacamos las principales prevenciones ante la exposición solar:

  • Protección solar en días soleados y nublados. Es primordial usar crema solar para cuidar la piel de las personas mayores, incluso en los días nublados, cuando parece que no hace sol. 
  • Gafas de sol y sombrero. Es muy recomendable el uso de gafas de sol, gorras y sombreros ante la exposición al sol. 
  • Buena hidratación. La hidratación es fundamental en todas las edades, pero especialmente en la tercera edad. Si las personas mayores van a exponerse al sol, es muy recomendable que beban agua de forma regular.
  • Evitar una exposición prolongada. Especialmente en personas mayores, hay que evitar las exposiciones prolongadas al sol. Con quince o veinte minutos al día es suficiente, y sus múltiples beneficios son favorables y eficientes. 

La exposición solar en personas mayores, si se siguen las pautas recomendadas por los expertos, les permitirá obtener todos los beneficios que aporta al cuerpo, disfrutar del aire libre y, a su vez, evitar los riesgos implícitos a la sobreexposición solar. Tomar el sol con precaución les permite tener una mejor calidad de vida y realizar sus actividades diarias con seguridad. 

Los centros residenciales del Grupo Atlántida, con espacios y accesos al aire libre y a la exposición solar, destacan por su atención personalizada, que garantiza un servicio diferencial y adecuado para asegurar la mejor calidad de vida de sus residentes.

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