Los avances en la medicina, en la nutrición y en la higiene en todo el mundo harán que en 2050 se haya casi doblado la población de más de 60 años. Si ahora suponen el 12% de toda la humanidad, en poco más de 25 años superarán el 22%, un crecimiento que se producirá sobre todo en los llamados países en vías de desarrollo. Así lo señala un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que alerta también de que vivir más años, no significa vivir mejor.
La OMS calcula, por ejemplo, que el 15% de las personas mayores de 60 años padecen algún tipo de trastorno mental, algo determinante en la calidad de vida durante la vejez. Y también se calcula que una de cada 10 personas ancianas sufre maltrato por parte de su entorno, en una etapa de la vida en la que las personas pueden ser más vulnerables.
Para luchar contra esta lacra, desde 2002 cada año se conmemora el 15 de junio el Día Mundia de la Toma de Conciencia del Abuso y el Maltrato en la Vejez. Los abusos a las personas ancianas han ganado bastante visibilidad en los últimos años, pero sigue siendo uno de los tipos de violencia menos tratados en los estudios que se llevan a cabo y menos abordados en los planes de acción.
Tipos de maltrato
Varios estudios que se han realizado últimamente señalan que la gente mayor puede estar sometida a diversos tipos de malos tratos y abusos:
- Maltrato físico. Se manifiesta con lesiones de diferentes tipos, pero también con desnutrición o medicación inadecuada (por falta o por exceso).
- Maltrato psicológico. Desde insultos y amenazas hasta aislamiento o infantilización.
- Maltrato sexual. Cualquier contacto sexual sin consentimiento. Incluye contactos sexuales con una persona que es incapaz de dar su consentimiento.
- Maltrato económico o explotación financiera. Desde movimientos bancarios sospechosa a pérdida del patrimonio. Una señal de alerta puede ser un interés inusitado por hacerse cargo de la persona mayor o demandas no justificadas de incapacitación.
- Negligencia. No atender las necesidades de la persona mayor, aunque sea de forma no intencionada.
- Abandono. Abandonar a la persona mayor en una institución, ya sea en el hospital, la residencia, la calle, la gasolinera, el parque o el domicilio.
- Vulneración de derechos. Carecer de respeto a la intimidad y a la libertad. Censura de correspondencia. No tener en consideración los deseos y decisiones de la persona mayor sobre aspectos vitales, como dónde y con quién quiere vivir.
El maltrato a las personas mayores no se limita, por tanto, a causar lesiones físicas. También puede ser la fuente de problemas psicológicos y emocionales importantes como la depresión o la ansiedad. Esta situación de abusos puede producirse en distintos ámbitos, desde el propio domicilio hasta alguna institución o la propia administración, y se aprovecha de la mayor vulnerabilidad asociada a la vejez.