El año pasado había en Catalunya 2.100 personas centenarias, 1.745 mujeres y 355 hombres. Una cifra que multiplica por más de cuatro la de 1996, cuando había 501 personas de 100 o más años. Son datos del Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat), que reflejan una realidad: la mejora de la red sanitaria y los avances médicos han permitido este salto espectacular en sólo un cuarto de siglo. Ahora, hay más viejos que antes, con mejor salud y calidad de vida, y esto hace que haya muchas más personas que superen el siglo de vida.
Pero aparte de las cuestiones vinculadas a la medicina y la asistencia, ¿hay algún secreto para la longevidad? Varios estudios científicos la vinculan a la existencia de distintos genes, que la facilitarían, pero seguramente las claves para llegar a centenarios las tenemos más cerca. De hecho, los científicos calculan que sólo un 30% de esa longevidad tiene una explicación genética. El 70% restante se atribuye a cosas como la alimentación y el estilo de vida, lo que los expertos llaman factores ambientales.
Aunque no hay ninguna receta mágica para superar los 100 años, una buena alimentación es uno de los factores que más pueden ayudarnos. Una dieta baja en calorías puede proteger de ciertas enfermedades cardiovasculares, la diabetes y algunos tipos de cáncer, por ejemplo. Esto significa priorizar los cereales en vez de la bollería y los dulces, moderar el consumo de carne y comer cinco raciones de fruta y verdura al día. Y, evidentemente, desterrar las drogas, incluido el alcohol y el tabaco.
No hay ninguna receta mágica
El otro elemento de la ecuación es el estilo de vida y aquí sólo existe una clave: mantenerse activo toda la vida. Hacer ejercicio moderado todos los días ayuda a mantener el cuerpo en forma y esto incluye el sistema cardiovascular. La actividad física intensa también puede ser perjudicial, así que es mejor realizar ejercicios de mantenimiento que tratar de superarnos cada día. Cuando lleguemos a viejos, mantenernos activos puede significar subir y bajar algunos tramos de escalera, caminar alrededor de nuestra casa o un poco de gimnasio para ejercitar los músculos.
Cuidar la cabeza también
Pero para llegar a viejos -y si puede ser centenarios- con buena calidad de vida, no sólo debemos cuidar el cuerpo, también hay que cuidar el cerebro. Por eso, es primordial mantenerlo activado con ejercicios mentales para que no se oxide. Para los expertos, puede ser importante marcarse retos a corto plazo, mantener la curiosidad por las cosas y tomarse la vida con optimismo y buen humor.
El alargamiento de la esperanza de vida hará que en los próximos años la cantidad de personas centenarias sea aún mayor. Y esto es todo un reto para el sistema sanitario y asistencial. También por eso, es fundamental llegar a ancianos con buena calidad de vida.